Amnistía Internacional se está esforzando por empoderar a los y las jóvenes en toda su diversidad y por facilitar su participación activa en todos los niveles de trabajo de nuestra organización, que deberá basarse en el respeto y la confianza mutuos. El movimiento incluyó este objetivo en su Estrategia Internacional para el Trabajo con Jóvenes 2017-2020. A tal efecto, Amnistía Internacional se ha comprometido a facilitar la participación de las personas jóvenes en la toma de decisiones en todos los niveles de la organización, poniendo a su alcance los mecanismos, procedimientos y procesos, a través de directrices, fomento de la capacidad y puesta en común de buenas prácticas, entre otras cosas (meta 2.2a).

Pero, ¿por qué es importante la gente joven para Amnistía Internacional? Compruébenlo en este vídeo!

En 2015, sólo el 4 % de quienes integraban las juntas directivas de Amnistía Internacional eran menores de 25 años. En 2016, esta cifra había aumentado hasta el 7%. Si Amnistía Internacional quiere seguir sintonizando con la generación actual, es imprescindible que facilite la participación de los y las jóvenes en sus procesos de toma de decisiones. Aquello que somos es lo que determina qué hacemos y, por ende, a qué personas impulsamos a actuar en materia de derechos humanos. Para garantizar que, como mínimo, el 15% de los y las integrantes de las juntas directivas sean menores de 25 años antes de 2020, es fundamental que Amnistía Internacional invierta en liderazgo juvenil. Para ello, podemos proceder de diferentes maneras.

En Amnistía Internacional Noruega, se creó un Consejo de Estudiantes para reforzar la colaboración entre sus Grupos de estudiantes y ofrecerles un espacio en el que aprender sobre la gobernanza de la organización y adquirir experiencia en materia de liderazgo (lo que a su vez les permitiría contribuir a la gobernanza de la Sección). El modelo de participación juvenil del Consejo de Estudiantes

Fortaleció la posición de los y las líderes juveniles en el seno de la organización, fortaleciendo al mismo tiempo sus aptitudes.
Permitió el desarrollo de los y las líderes juveniles (al entender mejor la estructura organizativa de Amnistía e implicarse en ella), lo que, a su vez, facilitó su participación en los procesos democráticos de la organización.
Quienes participaron en el Consejo de Estudiantes adquirieron aptitudes de gobernanza y experiencia con respecto a la junta directiva de Amnistía Internacional Noruega, hasta el punto de que, desde entonces, ésta incluye siempre un miembro juvenil.

Para desarrollar el modelo de participación juvenil del Consejo de Estudiantes, Amnistía Internacional Noruega sugiere lo siguiente:

Incluir la edad como criterio de diversidad: es decir, que la edad sea uno de los criterios que el comité de candidaturas tiene en cuenta a la hora de elegir a los miembros de la junta directiva.
Mezclar y combinar: combinen las reuniones del Consejo de Estudiantes con una breve sesión sobre los procesos democráticos de la organización para ilustrar cómo la gobernanza está relacionada con las iniciativas de activismo y las acciones de campaña de los y las jóvenes.
Programar estratégicamente las reuniones: hagan coincidir las reuniones del Consejo de Estudiantes y los encuentros de jóvenes con reuniones generales de la membresía, a fin de animar al mayor número posible de jóvenes a participar también en estas últimas.
Dedicar tiempo y recursos económicos: para crear un espacio que de verdad permita la participación juvenil se necesitan recursos y apoyo constante por parte del personal.

En Amnistía Internacional Filipinas el modelo de participación juvenil en la toma de decisiones es diferente. En 2005, en la junta directiva se institucionalizó un cargo de representación juvenil para garantizar que las necesidades, los intereses y las preocupaciones de la gente joven se tuvieran en cuenta en todas las políticas y campañas, y para dotar a los y las activistas juveniles de un canal de participación en la gobernanza de la Sección. El modelo de participación del o la representante juvenil

Crea una estructura de representación juvenil en los procesos de toma de decisiones, que permite a la gente joven influir en las políticas internas y en el desarrollo y puesta en práctica de las campañas, a la vez que da voz a sus necesidades y puntos de vista.
Permite consolidar campañas y actividades dirigidas por jóvenes, que se canalizan a través del Plan de Acción Juvenil, redactado anualmente por el o la representante juvenil y las bases de apoyo juveniles de la Sección.
Garantiza que se pueda acceder sin dificultad a la junta directiva —bien a través de visitas en grupo o por medio de las redes sociales—, funcionando así a modo de puente con el movimiento juvenil de Amnistía Internacional tanto nacional como internacional.
Incrementa la cantidad de recursos y apoyo organizativo destinados a la representación juvenil, lo que supone, entre otras cosas, la inclusión de conceptos específicamente juveniles en el presupuesto anual de la Sección.

Para desarrollar el modelo de participación juvenil del o la representante juvenil, Amnistía Internacional Filipinas sugiere lo siguiente:

Dediquen unos instantes a reflexionar sobre la idea de la gente joven que tienen sus Secciones. ¿Por qué es necesaria y valiosa la representación juvenil? Esto aclarará y fundamentará las motivaciones básicas y las razones para cambiar.
Hagan que sean los y las jóvenes quienes lideren el proceso: promuevan espacios en los que puedan participar en los procesos de toma de decisiones, y permítanles decidir qué significan para ellos esos espacios.
Dediquen presupuesto: establezcan un presupuesto separado, a fin de garantizar que los costos necesarios para garantizar la representación juvenil se planifiquen y se hagan efectivos.
Recuerden que la representación en la junta directiva no es un fin en sí mismo: una vez que los y las jóvenes ocupen su sitio en la mesa de toma de decisiones, recuerden que ése es sólo el principio.

Otra parte de nuestro movimiento —Amnistía Internacional Canadá (habla inglesa)— acoge, antes de su Asamblea General Anual, la Universidad de Derechos Humanos, que durante seis días congrega a jóvenes, a quienes forma en materia de campañas, activismo, gobernanza y liderazgo. La finalidad de esta universidad es empoderar a activistas juveniles y facilitar su participación activa en la gobernanza de Amnistía Internacional Canadá. Posteriormente, muchos de los y las participantes asumen funciones y cargos de gobernanza a escala nacional o internacional. El modelo de participación juvenil de la Universidad de Derechos Humanos

Fomenta y desarrolla la participación juvenil en la gobernanza, como demuestra el hecho de que, posteriormente, antiguos alumnos y alumnas de la Universidad hayan ocupado la presidencia, vicepresidencia o dirección de la junta directiva, o hayan participado como delegados y delegadas en la Reunión de la Asamblea Global de Amnistía Internacional.
Conduce a un aumento de la participación juvenil en la Asamblea General Anual, que ha pasado de contar con un número de entre 3 y 5 jóvenes, a la cifra actual, de entre 50 y 75.
Ha creado un espacio que permite a los y las jóvenes definir el programa de estudio de la Universidad, con lo que ha aumentado la implicación de la gente joven en la Sección.

Para desarrollar el modelo de participación juvenil de la Universidad de Derechos Humanos, Amnistía Internacional Canadá sugiere lo siguiente:

Ganarse la confianza y el apoyo de quienes ocupan puestos de liderazgo: dedicar tiempo, personas y recursos económicos a un nuevo proyecto puede asustar, pero para que la Universidad tenga éxito es preciso que los altos cargos —como el director/a ejecutivo/a y el presidente/a de la Asamblea General Anual— participen en ella directamente (que conozcan al alumnado, que lo formen en materia de procedimientos, etc.).
Permitan que los y las jóvenes lideren la planificación y se impliquen plenamente en ella: así, quienes participen en la Universidad de Derechos Humanos podrán incorporarse más tarde al equipo de planificación.
Eliminen las barreras económicas: al facilitar ayuda económica a quienes la pidan y trabajar con los y las participantes para ayudarlos a recaudar fondos, se hará posible una participación más diversa.